miércoles, 30 de marzo de 2011

Primer día de Erasmus (28-3-2011)

Anécdota I (28-3-2011)


Hoy fue mi primer día de trabajo. Aquí en Alemania se suele entrar a las 8 am a trabajar. Como no me importaría quedarme en Alemania trabajando al terminar las prácticas (en un principio) y tampoco quería dar mala impresión, me propuse estar ahí extrasuperpuntual. ¿Qué ocurrió?



El día antes me acosté pronto, y había dormido bien. Me trajeron el desayuno a la hora (sí, tuve que pasar la noche de ayer en el hotel, eso es otra historia), me duché tranquilamente y me vestí. Todo con tiempo de sobra. Llego a la estación, cojo el tren y hasta ahí todo bien. Ahora es cuando empezamos la trallita: Sabía que el viaje hasta el pueblo donde está el laboratorio es de 20 minutos en tren, pero a los 5 minutos de viaje me parece oír Amstetten. Muy inteligentemente, llego a la conclusión de que el tren ha ido tan rápido que ha adelantado 15 minutos, así que con toda la tranquilidad del mundo me bajo del tren y gracias a mi sentido de la orientación comienzo a deambular en dirección a donde en un principio se supone estaría el laboratorio. Una niebla que sólo se veían dos casas más allá., ni un alma por el pueblo, un frío invernal, las calles no se correspondían con lo visto en google maps…pero el Max optimista salía de dentro de mí y, a pesar de todo esto, procuraba no cagarse antes de tiempo en los muertos de la mala pronunciación o de los malos oídos. Exhausto y ya cuando es tarde y decido abandonar la búsqueda cuando preguntándole a un niño, me dejó bastante claro que no, que esto no era el pueblo ese, y que se tenía que ir a clase que lo sentía mucho no poder ayudarme más. Con eso me quedaron dos cosas claras: los del laboratorio iban a recibir a las 10-11 de la mañana a un español y temblando de frío con cara de yonqui. Perfecto. Las cosas no podían salir mejor. ¿O sí?Veamos:



Me acerco a la estación, y busco en la máquina cuando salía el próximo tren hacia el maldito pueblo y me dice que el próximo, pasaría por el pueblo para volver a Ulm, y después volver a hacer el recorrido normal. Es decir: una hora y media. Decido tomar ese tren (esperándolo media hora).




Cremooosoo, delicioso y puro fue el café que pedí en la estación de Ulm, sin darme cuenta (por segunda vez ya) que aquí si no pides café con leche, no te lo ponen. Te ponen una taza llena de café y punto y que si quieres más leche te la tienes que llevar en los pequeños envases de avión que tienen repartidos por media geografía alemana. Después de llevarme una satisfacción más, consigo coger el tren que me llevará hasta el condenado pueblo (¡Atención, esta vez sin ningún problema!¡OMG!)



Ya en el laboratorio, y celebrando que había conseguido realizar al fin esa gran hazaña, decido hacer un trámite sin importancia, totalmente tranquilo de que no iba a suponer ningún problema: llamar a la residencia para ver cuando podía ir. YYYYYY vaaaamooos otra veeeeezzzz otra batallita: me dicen que no tienen habitación hasta el 1 de Abril, que es cuando la tenía reservada, que me tocaba pasar otras 3 noches en el hotel bienvenidosseáisdespojossociales, muy bueno por cierto. Con esta gran noticia, comienza otra vez una carrera continua de esas que a mí me gustan, ya que antes también me avisaron por teléfono que si no me iba a quedar en el hotel, tenía que llevarme las maletas antes de las 12. Como esto en un principio no iba a ocurrir, las dejé en la habitación. Llamo a la delegación de estudiantes o algo así y hablan con la casera de la residencia, y me dicen que sí que tienen habitación (pelirrojos no, gracias). Cuando me dice que tengo que volver a la casera, lo intento pero no contesta, así k decido ir directamente a la residencia con mi carácter latino. Claro, teniendo la habitación dije: no me hace falta hotel ya, así que recojo las maletas. Otroo paseo eterno de punta a punta de Ulm equivalente a Zurguén-Garrido, con mi maleta cofre y mi portátil de la mano. Llego a la residencia y: ohhhhh la casera no estaba y por tanto, no tenía habitación….degustando la noticia, emprendí mi vuelta al hotel pensando en lo que iba a decir ( me ha salido otra cliente, tengo que cortar unos gramillos más, me gusta una habitación diferente cada día,etc…)



Como ya estoy un poco harto de escribir, y vosotros deseando terminar de leer la puñetera entrada superfeliz, me iré a vagabundear un rato por ahí la cena, porque con los bancos he tenido otra historia de amor que contaré en otro episodio (todavía el episodio banco no ha teminado).



Ein Gruss für alle!!



Y sí, todavía el blog está sin editar, y mi habilidad para escribir algo largo, sin pulir...

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