jueves, 14 de abril de 2011

De cuando literalmente lo de hacer dientes lo acabas sudando


Anécdota III

Bueno, hoy voy a ser un chico malo y no voy a hacer borrador. Hoy me siento rebelde. Hoy quiero hacer una revolución. Y os preguntaréis: Max, ¿de qué carajo estás hablando huevón? Pues bien, os lo voy a decir hijos míos: La voy a hacer contra la ciudad de Ulm+Neu-Ulm. Lo último que me ha pasado ya ha sido la gota que colma el vaso... Puedes pensar: bueno, algo más con los bancos, se le quemó la cocina, no le quedaba sal y se la tuvo que pedir al vecino...Pero no, señores y señoras. Lo mejor que le puede ocurrir a un estudiante Erasmus durante sus maravillosas prácticas es que le tengan que extraer la muela del juicio superior izquierda (para los seres superiores, la 28). Sí, sí...Increíble pero cierto...Y diréis: este mamón...¿cómo tendrá tanta suerte?

La historia comenzó ayer cuando después de dos días llevaba sintiendo rara la boca por la zona donde me habían empastado una muela, y le dije al mexicano: Putamadre (algo así como: me cago en diez), güey, creo que tengo caries huevón...
-No mames, ¿Y qué vas a hacer?
-Tendré que ir a la dentistería..Vaya chingadera...

Me acosté y comencé a degustar como el dolor transcurría toda mi cabeza en un ir y venir de latidos que sentía cariñosamente golpeándome todo el maxilar superior. Ante tal torrente de placer, me vi obligado a tomar la decisión de preguntarle a los dueños del laboratorio que dónde me recomendaban ir, y me dijeron que al doctor rompebocas (en adelante Dr. RB), y que ellos me llevaban que estaba en un pueblo de al lado.

Imaginaros la cara que se me quedó cuando llego al bendito pueblo, entro en la clínica, y todo absolutamente todo es blanco...Pero no me refiero al típico blanco de: bueno, somos una clínica dental, si quieres tus dientes blancos y maravillosos ven aquí...No, no, no....Nada de eso señores y señoras...Los empleados de la clínica no llevaban batas, llevaban un modelito específicamente diseñado para la clínica de un pueblecito de montaña, de tal manera que parecía la secta de los forceps rectos...

Ya dentro de la clínica el resto transcurre con cierta normalidad, con conversaciones como:

--Al principio, entrando con todos mis dolores, implorando al cielo por una extracción, me dicen que no tengo seguro, y que la tarjeta de la SS europea no vale

--Entro en la "sala de operaciones" (sí, ese sitio donde nuestra querida secta planea cómo dominar el mundo de la odontología, además el señor dentista tenía una cara muy siniestra, que no son imaginaciones mías), y me tumbo para empezar la purificación. Lo típico:

-Señor dentista, ¿me va a doler mucho?
-Uy, va a ser terrorífico...En estas cosas hay que ser sincero
(Después de esto inmediatamente cogió un instrumento que parecía un picahielos e hizo palanca para sacar la muela. Sí, cremoso y delicioso.)

--Señorita enfermera, duele mucho?
-Bueno, depende de la persona...En muchos sitios ponen anestesia general, pero a nosotros nos va el rollo sensitivo operatorio, y preferimos que el paciente se acuerde de nosotros durante y después de la extracción.

Después de todo esto, estoy aquí sentado en mi habitación (porque sí, aunque parezca increíble, en el camino a casa, no me ha ocurrido absolutamente NADA...Debió asustarse la gente cuando pensaba que tenía una doble cara en el moflete izquierdo...) empezando a sentir como se diluye el efecto de la hemorragia y a escribir otro me cago en...

Antes de cerrar esta entrada, os deleitaré con la forma y tamaño de la raíz de la muela:

Pues eso, está arriba del todo, y tiene muy mala calidad...UN SALUDO A TODOS!!!:)


1 comentario:

  1. Dios Santo Max...xD Pero...Y lo bonitas que son estas experiencias y lo útiles que son para el recuerdo..:)
    Te veo en 40 años contándoselo a tus nietos, Max el aguantatodo!
    Sí, soooooooy Lydia

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